lunes, 8 de abril de 2013

XXXVI

Sábado, Agosto 27, 2011

  
Algo que caracteriza a los adultos es nuestra capacidad de guardarnos las cosas que deberíamos de dejara salir, alguna palabra , alguna lagrima….y lo digo por experiencia propia mas lo que he visto por aquí, por allá y por mas allá….pero bueno, vamos al “porque” de esta introducción, ¿recuerdan al nieto de la portera del edificio donde vivo’, bueno pues resulta ser que el día de hoy regrese cansado del gym, la verdad es que últimamente me estoy empeñando mas en el gym a efecto de estar ocupado, de regresar cansado de cuerpo y mente así no y ahí estaba el en su triciclo dando vueltas, bloqueando mi paso hacia las escaleras y armado con su sonrisilla picara me saludo…
-hola-
-hola, ¿Cómo estas?-
-Bien….y tu como estas, vienes del ejercicio?-
-si, ¿tu ya diste muchas vueltas en el triciclo?-
-si, ya, muchas así –
abrió sus manos y me enseño los diez dedos
--ah! diez vueltas-
-no, así muchas –
No me quedo más que sonreír a la vez que le alborote el cabello y me despedí de él, pero ahí, justo cuando yo iba subiendo me pegunto
-oye, y tu novio ¿Por qué ya no viene?, ¿están pelados o ya no son novios?- Me quede de una pieza en la escalera, no hice más que sentarme en el segundo escalón en el que apenas estaba en mi proceso de subir a mi departamento ¿Qué el contestaba?, como pronunciar por vez primera ante alguien , aunque fuese un niño, aunque sé muy bien las razones, como dejar que de mi boca salieran las palabras que me estaba guardando, para yo no se cuando..
-ya no somos novios-
-¿y estas triste?-
-si, si estoy triste-
y se me rompió la voz
-pero no te pongas triste, porque hay muchos novios y novias hasta que ya te casas ¿no?- y justo ahí me escuche decirle algo a un niño que no creo que sepa mucho de novios o novias, pero que se supone yo debería de saber sobremanera
-si, hay mucho novios y novias-
-bueno adiós-
y siguió andando con su triciclo mientras yo subía la escalera.
Ahora que ya salí de bañarme y estoy preparándome para salir a un café cerca de casa, mientras termino estas líneas me doy cuenta que por eso no me gustan los niños, por no saber guardarse y callarse algunas cosas.



       

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