XXXIII

Jueves, Abril 28, 2011

 

El día de hoy fui al hospital por la mañana, con lo de que se viene la celebración del día del niño estamos organizando algo para que a los niños que tienen terapia ese día, pues no lo pasen tan mal, ya sabrán , globos, algún presente sencillo , la cocina del hospital se apunto con unos bocadillos saludables, bueno la idea es dejar en claro que el cáncer no tiene porque quitarte la sonrisa y menos en un día que en estricta teoría tendrías que pasarlo bien y nada más.

Ya de salida me dijo mi doctor que pasara por el pabellón y que pasara a ver a uno de los niños que cuando voy es de los que me da la mano enseguida, el es de los que esta, digamos de planta en el hospital, así que pase y me recibió con una sonrisa, le di un abrazo y me dijo – tengo un regalo para ti-, la verdad es que me sorprendió, fue hasta una caja en al que el guarda sus cosas y regreso hasta mi con un muñeco en la mano...

–toma, se parece a ti, bueno tú no eres rubio, pero si eres fuerte-
Y si, me hice el fuerte para que ni los ojos se me pusieran vidriosos…
-¿cuándo vengas a jugar con nosotros lo traes para que juguemos?-
-¡claro que si!-

Hoy tengo miles de broncas en la oficina, coas de trabajo, nada del otro mundo, pero tengo aquí en mi escritorio un regalo que me recuerda que soy fuerte…para algunas cosas, pero qué diablos, a los ojos de alguien soy …bueno vean la foto…

Por eso no me gustan los niños, porque a través de sus ojos ves cosas que no sabes que eres.