jueves, 7 de febrero de 2013

XXIII

Viernes, Enero 29, 2010

 

Cafeterías y elevadores, dos lugares donde no me hace gracia ni res segundos el discutir cosas de trabajo, por la sencilla razón de que no sabes quien diablos es quien esta al lado tuyo y con quien esta relacionado, si te esta observando o no, si medio mi teoría de la conspiración, pero muchas indiscreciones salen de cafeterías y elevadores (o del baño de mujeres)….pero hoy uno de los compañeros de oficina, digamos me acompaño hasta el Starbucks comentándome cosas de trabajo, ya ahí, mientras ordenaba su teléfono sonó y me lo paso, ya sentado tomando mi café, la misma operación…en dos ocasiones, la tercera le hice una seña con la mano de que no iba a contestar; no terminaba yo de eso cuando lo vi, con sus manos apuradamente agarraba el vaso de lo que supe era leche cuando su mama le pregunto si ya no estaba la leche caliente y el meneando la cabeza , si despegarme la vista de encima dijo que no…y así se estuvo un rato, yo trataba de esquivar su mirada ataras del periódico a la vez que también ignoraba a mi compañero de oficina.

La “platica”, si es que se puede llamar así, entre el niño y su mama continuaba y fue cuando ella le pregunto –¿entonces que vas a querer ser de grande?- (c’mon un niño de escasos tres años, con bigote de leche en la boca y luchando por no hundirse en un sillón de piel lo que menos le importa es ser grande!) que yo entre a juego (¿¡porque!?), ya que la respuesta del niño una vez mas fue una acción, pero para mi y obviamente para su mama desconcertante, el niño me señalo!!!!!...su mama quiso verificar y le pregunto - ¿Qué mi amor , vas a querer trabajar en una cafetería?- el niño, ( no se si listo o no) meneo la cabeza de forma negativa y volvió a señalarme ( joder niño!)..obviamente en defensa propia dije – es que seguramente le llama la atención el bigote- (ando de bigote estos días, ¿no les conté?)..acto seguido jale a mi compañero que al parecer ni se había enterado de la situación, me despedí amablemente de la señora madre de tan curioso niño y al pequeñito solo le hice una caricia en el cabello….

Por eso no me gustan los niños, porque muy a su manera te recuerdan que debes de portarte muy bien y tratar de ser un buen ser humano, no sea que se les ocurra querer ser como tu cuando sean grandes

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